domingo, 28 de febrero de 2010
KILOMETRO 0
ANTIGUO NATATORIO DEL PARQUE AVELLANEDA
El arquitecto Moretti lo construye en 1923 como uno de los primeros natatorios públicos de la ciudad, se habla del mismo como “La Casa de Baños de Parque Avellaneda”.
No se conoce otra obra de este arquitecto, pero por este edificio, sabemos que estaba influenciado por las corrientes artísticas que venían de Europa. Precisamente construye el Natatorio según los principios de la sezession vienesa que es el nombre que toma el art noveau en europa del este.
Las edificaciones que responden a esta escuela, se caracterizan por sus volúmenes puros, pesados y por modificar, según una interpretación del siglo XX, elementos de la arquitectura clásica.
Es el caso del Natatorio con sus columnas de estilo dórico, jónico y ornamentación inspirada en la mitología grecoromana.
En Buenos Aires no ha habido muchas construcciones de la sezessión, a excepción del arquitecto Kalnay autor de la Munich, en la costanera sur (hoy sede de la Dirección General de Museos).
En Viena, existe un edificio que se llama de la Sezessión y que tiene elementos similares al Natatorio, en la volumetría, la pérgola, las líneas que acentúan ciertos elementos, la cornisa. La fachada principal del Natatorio es imponente, consta de dos volúmenes que se adelantan, en el centro una escalinata que remata en el inmenso portón de dos hojas enmarcado por dos columnas jónicas, la pérgola y las dos vasijas cuyos rostros dotan al conjunto de solemnidad y grandilocuencia. Pequeñas columnas adosadas rematan los volúmenes adelantados. El portón de bronce resulta impactante con sus máscaras de leones que acentúan la idea de fortaleza. Estas máscaras rematan en líneas cuyo grafismo recuerda las obras de Klimt, artista del art noveau.
Seguramente, la elección del estilo dórico correspondía a la función que el edificio iba a cumplir como ámbito dedicado al cultivo del cuerpo y la fortaleza física. Según las normas de utilización de los órdenes clásicos, el dórico corresponde a la idea de fuerza y masculinidad.
Su planta es simétrica rectangular y como ornamentación de las columnas y el panel, aparecen figuras de la mitología asociada al mundo marino, rostros femeninos, masculinos, de seres imaginarios, delfines, Neptuno o Poseidón.
Coronando la pileta, se encuentra una escultura femenina sosteniendo una vasija que vuelca hacia la pileta enmarcada por una conchilla (venera) debajo de un arco carpanel. Su placa, indica que fue realizada por la fundición Lez du YALD’OSNE. París. A. Motteau-resesentant. 1272. Sant. que se ocupaba de realizar fuentes, equipamientos de jardín y reproducciones de obras de arte en hierro.
Es probable que esta pieza se comprara por catálogo. A cada lado de la pileta, se ubicaban dos salones como vestuarios de damas y caballeros, originalmente sus techos eran muy altos de 2.26 mts. para garantizar una adecuada aireación. Esto es propio de la búsqueda de funcionalidad de la arquitectura contemporánea, en estos ambientes donde había vapor, era necesario un techo bien alto.
En el exterior, los muros laterales lisos cobran dinamismo con un grupo de casetones y un friso perimetral texturado, la cornisa es en alero y dentada. Es el momento en el que se está renovando el vocabulario de la arquitectura, pasando del art nouveau al art decó, los paneles que enmarcan la pileta son sencillos utilizados por la sezessión vienesa, respetando la tradición clásica en la simetría.
Otras formas propias de la sezessión vienesa son la escalera, la propia pileta y la pérgola, que cumplen un papel muy importante en la organización espacial del edificio. La escalera llevaba al solarium donde se podían tomar los ansiados baños de sol considerados en la época, como una de los tres elementos de prevención contra las enfermedades (sol, agua y aire). Cabe aclarar que la exposición al sol era por motivos medicinales, el canon de belleza corporal indicaba que la piel debía estar blanca.
La fachada posterior, mucho más simple que la principal, tiene en su muro un solo elemento decorativo floral. En la planta baja, se ubicaban distintas salas destinadas a la realización de ejercicios físicos complementarios para el mantenimiento de la salud, se sabe que funcionaban salones de pesas, consultorio médico y sitio donde el peluquero cortaba el cabello a los niños de la Colonia.
También en la planta baja, debajo de las baldosas de la pileta, rodeando todo el perímetro del edificio, se ubicaba un pasadizo o túnel técnico donde se encontraban las cañerías que abastecían de agua la pileta. Varias generaciones aprendieron a nadar en este antiguo Natatorio hasta que en la década del ’70, se cierra porque ya no respondía a las costumbres de la época. La pileta resultaba pequeña y en las proximidades, se habían abierto otros natatorios públicos de mayores, ests últimos estan ubicados en el polideportivo del parque.
domingo, 21 de febrero de 2010
LILIANA CROCIATI DE SZAKSZAK
Solo mi chiedo il perché? Tu sei partita e distrutto hai lasciato il mio cuore.? Che te solamente voleva perché?? Perché? Solo il destino sa il perché e mi domando perché? Perché non si puo stare senza te, perché?? Tanto bella eriche la natura envidiosa ti distrusse, perché?? Perché, solo mi domando se dio c'e, con se porta viacio che suo non é.? Perché si distrugge e lascia all infinito il dolore! Perché, credo al destino e non a te perché?? Perché solo so che sempre sogno con te, perché c'e di ché?? Per tutto l'amore che sente il mio cuore per té. Perché? Perché? Il tuo papá.
Traduccion:
A mi hija:
Sólo me pregunto por qué te has ido y has dejado destrozado mi corazón. Que solo te quería por qué? Por qué? Solo el destino sabe el por qué y me pregunto por qué? Por qué no se puede estar sin ti, por qué? Tan linda eras que la naturaleza, envidiosa, te destruyó, por qué? Por qué, solo me pregunto si hay dios, se lleva lo que no es suyo. Por qué destroza y deja hasta el infinito el dolor! Porqué, creo al destino y no a ti, por qué? Por qué solo se que siempre sueño contigo, por qué hay de qué? Por todo el amor que siente mi corazón por ti. Por qué? Por qué? Tu papá...
Se dice que, como a Liliana no le gustaba llevar flores al cementerio porque "al cortar una flor se corta una vida" , su padre mando diseñar un pequeño jardín junto a la estatua.
El interior de la bóveda que se halla bajo nivel, conserva las características de las catacumbas romanas, destinando cada arco para un ataúd. Todo con revestimiento de ladrillos y mayólicas españolas en el suelo.-
Sobre las paredes hay fotos de Liliana en distintos momentos de su vida. Hay cuadros al óleo que pertenecieron a sus abuelos y uno pintado por una de sus amigas y compañera de Bellas Artes.
Durante muchos años un joven desconocido colocaba una flor en esa tumba permanentemente. Un día dejaron un papel donde había el siguiente poema escrito en inglés:
"But tomorrow we will run a little faster. Tomorrow we will find what we seek to end. The feelings that we in the past. Romance is in the sunset. We ship on the current until the end "
“Sin embargo mañana correremos un poco más rápido.
Mañana encontraremos lo que buscamos al fin.
Los sentimientos que dejamos en el pasado.
Hay romance en la puesta del sol.
Somos barcos sobre la corriente hasta el fin”
CEMENTERIO DE FLORES
Breve reseña histórica
Don Ramón Francisco Flores en 1804 funda el pueblo de San José de Flores en el entonces Partido de Morón. En 1807 se inaugura el primer cementerio, lindero a la parroquia.
El pueblo crece rápidamente y se traslada el cementerio a una parcela ubicada entre Varela, Culpina, Tandil y Remedios, donada por la familia de Esteban Villanueva que se inaugura el 20 de septiembre de 1832 y por resolución del 7 de julio de 1865 pasa a depender de la Municipalidad de San José de Flores que luego, por las leyes de federalización dictadas en 1884 y 1887, se incorpora a la Ciudad de Buenos Aires.
El cementerio es habilitado el 9 de abril de 1867 y Elena Bergallo, de tres meses de edad, constituye su primera inhumación.
El 1° de octubre de 1979 se bendijo el nuevo “Cementerio Parque” como anexión al cementerio de Flores.
Este cementerio conserva las características pueblerinas de su concepción. Entre las bóvedas que se encuentran en él se destacan las de la familia Flores, Tomás Millan, Terrero, Bunge y Ojeda. Además descansan los restos del tan mentado payador Gabino Ezeiza
http://www.buenosaires.gov.ar/areas/espacio_publico/mantenimiento_urbano/cementerios/flores.php?menu_id=5365
CEMENTERIO DE LA CHACARITA
MONUMENTO EN HOMENAJE A LOS FALLECIDOS DURANTE LA EPIDEMIA DE FIABRE AMARILLA DE 1871
Monumento en homenaje a los fallecidos durante la espidemia de fiebre amarilla
Este monumento fue erigido en 1873 en homenaje a las víctimas de la fiebre amarilla de 1871 en Buenos Aires. el momumento está emplazado en la plaza Florentin Ameghino.
En la parte inferior del mnumento se talló la imagen del óleo de Juan Manuel Blanes quien inmortalizara una escena de la epidemia donde se observa a las autoridades sanitarias ingresando a una vivienda de la ciudad y encuentran a una mujer muerta y su bebé llorando a su lado. La epidemia cobró la vida de aproximadamente 14.000 personas.
La plaza Ameghino en el siglo XIX era el cementerio del Sur donde se enterraban a los inmigrantes y personas de bajos recursos, cuando ocurrió la epidemia el cementerio no daba abasto y se resolvió llevar a los nuevos muertos al cementerio de la Chacarita y trasladar los muertos del cementerio del Sur.
Como la cantidad de muertos diarios era enorme, le dieron prioridad para el cementerio de la Chacarita a quienes fallecen dia a dia, mientras los deudos de los muertos del cementerio de sur retiraban los restos de sus parientes para llevarlo al nuevo cementerio- ya que ese lugar dejaría de funcionar como tal.
El monumento fue constrido en el lugar donde se hallaba la admnistración del antiguo Cementerio del Sur
Se cree que los que no fueron reclamados quedaron enterrados en la actual plaza... Lo que dio lugar a la leyenda que dice que cuando apenas sale el sol y y haciendo silencio frente al monumento se esuchan llantos y lamentaciones de los que aón siguen enterrados en el lugar.
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martes, 16 de febrero de 2010
ROMANTIC ARGENTINA 1932 (una joyita)
Esta es una filmación norteamericana, de nueve minutos de duración, sobre Buenos Aires del año 1932, se puede ver la costanera sur a pleno totalmente diferente de lo que es hoy y otros lugares de la ciudad en ese año.
jueves, 11 de febrero de 2010
MENSAJES Y SIMBOLOS EN LA PUERTA DE ENTRADA DEL CEMETERIO DE LA RECOLETA
El cementerio en sí, es una obra de arte, un museo al aire libre en el que encontraremos diferentes símbolos religiosos y también masónicos, ya que allí fueron sepultados hombres que integraban la masonería, siendo muchos de ellos, héroes de nuestra Patria.
Al ingresar al cementerio, encontraremos los primeros símbolos de la vida y de la muerte, representados en once alegorías:
El huso y las tijeras: simboliza el hilo de la vida que se puede cortar en cualquier momento.
La cruz y la letra P: la paz de Cristo en los cementerios
La corona: voto de recuerdo permanente
La esfera y alas: el proceso de la vida y de la muerte que gira incesantemente como la esfera.
Cruz y corona: muerte y recuerdo.
Abeja: símbolo de laboriosidad.
La Serpiente mordiéndose la cola: el principio y el fin
Manto sobre urna: abandono y muerte
Antorchas con llamas hacia abajo:la muerte
Búho: vigila atentamente y según algunas creencias, anuncia la muerte
Reloj de agua o Clepsidra: el transcurrir del tiempo, el paso de la vida.
http://www.cementeriorecoleta.com.ar/simbologia1.htm
miércoles, 10 de febrero de 2010
PUENTE AVELLNEDA
Inaugurado el 5 de octubre de 1940 a escasos metros del antiguo puente transbordador (con el que comparte nombre), su construcción significó toda una hazaña para la ingeniería de su época, siendo una de las primeras obras del mundo en acero y cemento.
Tiene un largo aproximado de 1650 metros, desde su acceso en la avenida Sargento Ponce, en Dock Sud hasta la avenida Almirante Brown (esquina calle Pinzón), en el barrio porteño de La Boca. Originalmente el acceso por la calle Pinzón pretendió ser provisorio, estando en el proyecto original la voluntad de hacer una extensión hasta la calle Wenceslao Villafañe.
Es una de las principales vías de tráfico entre Avellaneda y la Capital Federal, sobre todo cuando el Nuevo Puente Pueyrredón sufre cortes, siendo estos muy habituales. También cuenta con pasarelas habilitadas para la circulación de peatones, a las cuales se accede desde dos edificios (uno de cada ribera), donde se instalaron oficinas y viviendas de los técnicos de la Dirección Nacional de Vialidad, actualmente en restauración.
LA VELETA QUE LE DIO NOMBRE A UN BARRIO "CABALLITO"
martes, 9 de febrero de 2010
Roverano (Cementerio de La Recoleta)
Los Roverano mantenían una muy cordial competencia con un café situado a una cuadra de distancia, en la misma manzana: el Tortoni, ubicado desde 1858 en la esquina de Rivadavia 801 y Esmeralda, donde ahora se encuentra la plaza Roberto Arlt. En 1880, cuando el Tortoni se instaló enfrente, en Rivadavia 826, los Roverano se mudaron a la esquina que dejaron sus colegas. Volvieron a ser pioneros cuando en 1882 una empresa de electricidad que repesentaba los intereses de Tomás Alva Edison y debía demostrar a las autoridades sus capacidades,colocó lamparitas en la siempre moderna Confitería del Gas.
domingo, 7 de febrero de 2010
UN CHALET EN LA 9 DE JULIO
Ese fue el origen del chalet que se levanta en la cima del edificio de Sarmiento 1113, que se asoma sobre la 9 de Julio y que tiene como vecina la mismísima punta del Obelisco.
Ahora está casi escondido bajo carteles publicitarios. Son pocos los ángulos desde los que se lo ve. Cada tanto, algún peatón que cruza la gran avenida cree descubrirlo. "¿Y eso? ¿Qué loco hizo un chalet ahí arriba? ¿Quién vivirá ahí?" Y no. Vivir ya no vive nadie. Ahora funcionan oficinas. Pero hace muchos años sí...
La idea de tener una casita en el cielo obsesionó a don Rafael. Y no quiso esperar hasta la otra vida. Un día él iba a tener un edificio de diez pisos -en el que sólo se vendieran muebles-, coronado por un chalet normando como uno que había visto en Mar del Plata.
En 1927 terminó de construir su sueño. Inauguró Muebles Díaz, que se convirtió en una de las grandes tiendas de Buenos Aires. Todo el mundo la conocía como la mueblería del chalecito. Mónica Abal de Schiavon, su bisnieta, cuenta que el hombre decidió hacerse una sucursal de la casa.
Vivía en Banfield. No podía volver a almorzar: entonces, creó allí un segundo hogar. Comía en la primera planta. Hacía una siestita, ni muy corta ni muy larga, y volvía a trabajar.
Su chalet no sólo rascaba la panza al cielo. En días claros, permitía ver la costa del Uruguay. Le gustaba mirar la ciudad. Desde esas ventanas, el señor Díaz vio, bloque por bloque, cómo levantaron el Obelisco en 1936. También fue testigo de la apertura de la 9 de Julio. Nada de eso estaba cuando él llegó.
De hecho, el señor Díaz sabía que la publicidad era la clave del negocio. Pero no quería pagar por ella. Y supuso que el chalecito era la mejor publicidad. Pero cuando él edificó, la calle era muy angosta y no había ángulo desde el cual divisar la casita. Tuvo suerte. O ayuda desde lo alto. Porque pronto se abrió la 9 de Julio. Y el chalecito pasó a ser parte de la típica postal de Buenos Aires, una ciudad en la que todavía corrían los tranvías.
Hoy, para llegar al chalet hay que subir por ascensor. En la planta baja funciona la administración del edificio, y en el primer piso, oficinas con alfombra gris y muebles modernos. El techo es de teja francesa. El comedor conserva el bow window con vitrales. Sobrevivieron las baldosas con arabescos del baño.
Al último piso se llega por una escalerita de caracol. Está vacío. Pero mantiene la esencia de la casa. Los ventanales enmarcan una vista única. Es posible estar bajo el techo a dos aguas de un altillo y mirar cara a cara, la punta del Obelisco.
En la terraza se mantiene una decena de maceteros repletos de flores, una pincelada de cómo se vería cuando don Rafael la convirtió en un jardín donde se exponían muebles de exterior.
Cuentan los nietos que en los años 40 y 50 el negocio fue una de las mayores mueblerías de América latina. La decadencia llegó cuando las grandes tiendas por departamento dejaron de ser iconos de Buenos Aires.
Don Rafael falleció en 1968. El negocio quedó en manos de sus hijos y, hacia fines de los años 70, los pisos se alquilaron para otros usos. Y con el auge de los carteles lumínicos, el pequeño gran chalet, el símbolo del sueño del señor Díaz, quedó tapado.
Por años estuvo abandonado. Y oculto. Fue sede de una agencia de modelos y el laboratorio de un fotógrafo.
Y así fue como los porteños terminaron desconociendo la historia de aquella casita. Cada tanto, alguno se sorprende: ¿quién habrá sido el loco que se hizo semejante chalet en la punta de un edificio y asomándose a la 9 de Julio?