La Catedral Metropolitana de Buenos Aires es el principal templo católico de Buenos Aires, en Argentina. Se encuentra ubicada en el barrio de San Nicolás, en frente a la Plaza de Mayo.
El edificio, de estilo neoclásico, posee un perfil que no es comúnmente usado en las catedrales, pues no posee torres y se asemeja más a un templo griego clásico que a un templo católico típico. Es una de los pocas Catedrales argentinas que posee un "nártex", esto es como un vestíbulo separado del resto de las naves. En la antigüedad el espacio estaba destinado a los penitentes y catecúmenos
El edificio, de estilo neoclásico, posee un perfil que no es comúnmente usado en las catedrales, pues no posee torres y se asemeja más a un templo griego clásico que a un templo católico típico. Es una de los pocas Catedrales argentinas que posee un "nártex", esto es como un vestíbulo separado del resto de las naves. En la antigüedad el espacio estaba destinado a los penitentes y catecúmenos
En 1692 se comenzó la obra final, que constaba de tres naves y capillas laterales.
Entre 1778 y 1822 el edificio careció de fachada. Durante 1727 se le solicitó al arquitecto jesuita Blanqui la realización de una nueva fachada con dos torres, pero el interior se desplomó en 1752. Ese mismo año se le encargó al genovés Antonio Masella que llevase a cabo la disposición interior de la Catedral.
Al llegar 1770 se observaron rajaduras en la cúpula (justo cuando estaba a punto de concluirse) y se decidió rehacerla, bajo la dirección de Manuel Álvarez de Rocha.
En 1791 se dedicó al culto, y recién en 1822, el francés Próspero Catelin, junto a Pierre Benoit, realizó el actual pórtico neoclásico, inspirado en el Palais Bourbon de París. La ornamentación de la fachada delantera (o frontispicio), que fue realizada entre 1860 y 1863 por Dubourdieu, presenta doce columnas, que simbolizan los doce apóstoles, y un bajorrelieve que representa al encuentro de Jacob con su hijo José en Egipto.
Entre 1778 y 1822 el edificio careció de fachada. Durante 1727 se le solicitó al arquitecto jesuita Blanqui la realización de una nueva fachada con dos torres, pero el interior se desplomó en 1752. Ese mismo año se le encargó al genovés Antonio Masella que llevase a cabo la disposición interior de la Catedral.
Al llegar 1770 se observaron rajaduras en la cúpula (justo cuando estaba a punto de concluirse) y se decidió rehacerla, bajo la dirección de Manuel Álvarez de Rocha.
En 1791 se dedicó al culto, y recién en 1822, el francés Próspero Catelin, junto a Pierre Benoit, realizó el actual pórtico neoclásico, inspirado en el Palais Bourbon de París. La ornamentación de la fachada delantera (o frontispicio), que fue realizada entre 1860 y 1863 por Dubourdieu, presenta doce columnas, que simbolizan los doce apóstoles, y un bajorrelieve que representa al encuentro de Jacob con su hijo José en Egipto.
En 1907 se reemplazó el antiguo pavimento de grandes losas por uno de mosaicos venecianos realizado en Inglaterra sobre un diseño del arquitecto Carlos Morra.En estilo art-noveau, los clavos de la Santa Cruz, coronas de espinas y flores de la pasionaria son algunos de los motivos, que se repiten sobre los 2600 m2 del piso.
El interior tiene cinco naves (la principal, cubierta de una bóveda de cañón corrido) y un crucero cubierto por una cúpula que, sobre un tambor circular, alcanza los 41 metros de altura.
El interior tiene cinco naves (la principal, cubierta de una bóveda de cañón corrido) y un crucero cubierto por una cúpula que, sobre un tambor circular, alcanza los 41 metros de altura.
Debajo del Altar Mayor se encuentra la Cripta, la parte más antigua del edificio, que fuera destinada a dar sepultura a personajes importantes civiles o religiosos.Se halla cerrada y solo se abre el 2 de Noviembre, Día de los Santos Difuntos.
De acuerdo a la costumbre de sepultar en las afueras de las iglesias; el solar vecino a la Catedral funcionó como camposanto hasta su clausura en 1822. Debido a las características de los enterramientos muchos restos permanecen aún en el lugar.
Desde la nave lateral derecha se accede al mausoleo que guarda los restos del General San Martín, ubicado en su cuarta casilla, que está allí desde 1880, y que fue obra del escultor francés Carrier Belleuse (inspirado en el eclecticismo francés, que imperaba en Europa en ese momento). Hay quienes sostienen que al mausoleo del Libertador se lo ubicó allí, alejado, debido a los roces que tuvo en vida con la Iglesia, pues él pertenecía a la masonería. Sin embargo, hay quienes afirman que esto no es así, ya que la "Logia Lautaro", a la cual él pertenecía, no figura como masónica en ningún documento
Desde la nave lateral derecha se accede al mausoleo que guarda los restos del General San Martín, ubicado en su cuarta casilla, que está allí desde 1880, y que fue obra del escultor francés Carrier Belleuse (inspirado en el eclecticismo francés, que imperaba en Europa en ese momento). Hay quienes sostienen que al mausoleo del Libertador se lo ubicó allí, alejado, debido a los roces que tuvo en vida con la Iglesia, pues él pertenecía a la masonería. Sin embargo, hay quienes afirman que esto no es así, ya que la "Logia Lautaro", a la cual él pertenecía, no figura como masónica en ningún documento
Finalmente, tal como lo pidió la Iglesia, la cabeza del cajón se construyó inclinada, como símbolo de la predestinación al infierno con la que cargan los masones.En la fachada de la Catedral metropolitana figura la siguiente frase: “Aquí descansan los restos del Capitán General D. José de San Martín y del Soldado Desconocido de la Independencia. Salúdalos!”. La manera perfecta de recordar a todos los que lucharon por nuestra Libertad.
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