Este bar se encuentra en la Avenida de Mayo 1265. Fue fundado en el año 1894 y con el correr del tiempo se convirtió en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, que se distingue por sus mesas de billar. Integra la lista de bares que han sido declarados "notables", una distinción que se origina en el "carácter o personalidad del café". Es una opción más para los turistas que gustan visitar estos espacios con el deseo de confundirse con los porteños y descubrir sus costumbres. Aunque se siga identificando al lugar como bar y su bastión sea el café, hace ya un tiempo que empezó a funcionar como restaurante, con una carta de cocina argentina clásica
lunes, 12 de octubre de 2009
LA CASA MINIMA
Esta vivienda, ubicada en el 380 del Pasaje, es la más angosta que conserva la ciudad de Buenos Aires, su frente no alcanza los 2,50 metros de ancho. Tiene una fachada exterior lisa, con una pequeña entrada y una puerta pintada de verde atravesada por una cerradura de hierro. En la planta superior asoma un balconcito con barrotes verticales de hierro, desde donde se esconde una ventana de dos hojas simétricas y dos cortinas iguales pliegue a pliegue. Por sobre la cornisa aparecen algunas plantas que dejan ver a los cimientos a través de los viejos y descascarados materiales.
Al igual que en el resto del mundo occidental, en la Argentina del siglo XVII el tráfico de esclavos negros fue un próspero negocio que ejercían las familias ricas para utilizarlos como mano de obra barata en el campo apreciados por sus aptitudes físicas, o simplemente se los empleaba, en el caso de las mujeres, para realizar tareas domésticas en las casas.
El 25 de Mayo de 1812, el Triunvirato decretó la prohibición del comercio de esclavos dentro del territorio de las Provincias Unidas. Un año mas tarde se declaró la «libertad de vientres» por lo que los hijos de esclavas nacidos después de dicha fecha fueron hombres libres.
La población negra que formó parte de Buenos Aires no fue escasa. Cuando se realizó el censo de 1778, la ciudad tenía 15.800 españoles blancos, 1.288 mestizos e indios y 7.268 mulatos y negros. En 1810 las cifras ascendían a 10.000 y en 1836, sobre un total de 62.300 habitantes, 15.000 eran negros y mulatos. A mediados del siglo pasado, sobre un total de 800.000 habitantes, los mulatos alcanzaban a 110.000 y los negros 20.000. Las pestes, las sucesivas guerras y las epidemias diezmaron a los descendientes de africanos.
La transformación del estatuto de los esclavos, que pasaron a ser "libertos», condujo a la separación entre estos y sus amos generando la necesidad para los negros de procurarse una vivienda. Es aquí, donde comienza la historia de la Casa Mínima. Según la leyenda popular, esta vivienda perteneció a un esclavo a quien le fueron devueltos sus derechos con la abolición de la esclavitud, pero al ser solamente un «liberto» le correspondió una parcela pequeña
Al igual que en el resto del mundo occidental, en la Argentina del siglo XVII el tráfico de esclavos negros fue un próspero negocio que ejercían las familias ricas para utilizarlos como mano de obra barata en el campo apreciados por sus aptitudes físicas, o simplemente se los empleaba, en el caso de las mujeres, para realizar tareas domésticas en las casas.
El 25 de Mayo de 1812, el Triunvirato decretó la prohibición del comercio de esclavos dentro del territorio de las Provincias Unidas. Un año mas tarde se declaró la «libertad de vientres» por lo que los hijos de esclavas nacidos después de dicha fecha fueron hombres libres.
La población negra que formó parte de Buenos Aires no fue escasa. Cuando se realizó el censo de 1778, la ciudad tenía 15.800 españoles blancos, 1.288 mestizos e indios y 7.268 mulatos y negros. En 1810 las cifras ascendían a 10.000 y en 1836, sobre un total de 62.300 habitantes, 15.000 eran negros y mulatos. A mediados del siglo pasado, sobre un total de 800.000 habitantes, los mulatos alcanzaban a 110.000 y los negros 20.000. Las pestes, las sucesivas guerras y las epidemias diezmaron a los descendientes de africanos.
La transformación del estatuto de los esclavos, que pasaron a ser "libertos», condujo a la separación entre estos y sus amos generando la necesidad para los negros de procurarse una vivienda. Es aquí, donde comienza la historia de la Casa Mínima. Según la leyenda popular, esta vivienda perteneció a un esclavo a quien le fueron devueltos sus derechos con la abolición de la esclavitud, pero al ser solamente un «liberto» le correspondió una parcela pequeña
domingo, 4 de octubre de 2009
TEATRO COLON

Depositario de una larga tradición musical argentina comenzada en el siglo XVIII, fue inaugurado el 25 de mayo de 1908 con Aida de Giuseppe Verdi, después de haber estado en construcción durante casi veinte años.
Los sucesivos arquitectos que tuvieron a su cargo la imponente obra ( Francesco Tamburini, Vittorio Meano y Jules Dormal) conciliaron en su diseño estilos tan disímiles como el ático-griego, que predomina en el exterior, y -en palabras de Meano- "los caracteres generales del Renacimiento italiano, la buena distribución y la solidez propias de la arquitectura alemana, y la gracia, variedad y bizarría de ornamentación asociadas a la arquitectura francesa", hasta conformar un admirable ejemplar del estilo "ecléctico" del siglo XIX.
En rigor, el significado urbano del Colón excede el marco de una sala de espectáculos para figurar, junto con el Palacio del Congreso y la Casa Rosada, entre los monumentos históricos más representativos de la República Argentina.
lunes, 17 de agosto de 2009
ANTIGUO TAMBO, Parque Avellaneda

El tambo del Parque Avellaneda en 1927 fue pionero en la conservación y abastecimiento de grandes cantidades de leche al pueblo de San José de Flores, a través de una innovadora cámara frigorífica que podía conservar 1.000 litros de leche durante 36 horas.
Ofrecía aire puro, leche y vainillas, para disfrutar en familia. Es de estilo pintoresquista, con mampuestos de madera que cumplen una función ornamental siendo la estructura de cemento. Los techos son de tejas a dos aguas.
Hoy el viejo tambo es un centro cultural.
En el transcurso de alguna reunión de trascendencia social se brindó con leche en ese lugar en sustitución del clásico champán , como una expresión práctica de la intención de apoyar la lucha antialcohólica
Ofrecía aire puro, leche y vainillas, para disfrutar en familia. Es de estilo pintoresquista, con mampuestos de madera que cumplen una función ornamental siendo la estructura de cemento. Los techos son de tejas a dos aguas.
Hoy el viejo tambo es un centro cultural.
En el transcurso de alguna reunión de trascendencia social se brindó con leche en ese lugar en sustitución del clásico champán , como una expresión práctica de la intención de apoyar la lucha antialcohólica
viernes, 26 de junio de 2009
CEMENTERIO DE LA RECOLETA
Los frailes de la orden de los recoletos descalzos llegaron a esta zona, entonces en las afueras de Buenos Aires, a principios del siglo XVIII. Construyeron en el lugar un convento y una iglesia, que colocaron bajo la advocación de la Virgen del Pilar (el templo, iglesia Nuestra Señora del Pilar, construida en 1732, aún existe y fue nombrada Monumento Histórico Nacional). Los lugareños terminaron denominando a la iglesia de los recoletos en simplemente la Recoleta, nombre que se extendió a toda la zona. Cuando la orden fue disuelta en 1822, el 17 de noviembre de ese año, la huerta del convento fue convertida en el primer cementerio público de la Ciudad de Buenos Aires. Los responsables de su creación fueron el entonces gobernador Martín Rodríguez (sus restos descansan en el Cementerio) y su ministro de Gobierno, Bernardino Rivadavia.
Sus dos primeros moradores fueron el niño negro liberto Juan Benito y la joven María Dolores Maciel.
Uno de los callejones del cementerio
Durante la década de 1870, como consecuencia de la epidemia de fiebre amarilla que asoló la ciudad, muchos porteños de clase alta abandonaron los barrios de San Telmo y Montserrat y se mudaron a la parte norte de la ciudad, a Recoleta. Al convertirse en barrio de clase alta, el cementerio se convirtió en el último reposo de las familias de mayor prestigio y poder de Buenos Aires
Sus dos primeros moradores fueron el niño negro liberto Juan Benito y la joven María Dolores Maciel.
Uno de los callejones del cementerio
Durante la década de 1870, como consecuencia de la epidemia de fiebre amarilla que asoló la ciudad, muchos porteños de clase alta abandonaron los barrios de San Telmo y Montserrat y se mudaron a la parte norte de la ciudad, a Recoleta. Al convertirse en barrio de clase alta, el cementerio se convirtió en el último reposo de las familias de mayor prestigio y poder de Buenos Aires
La entrada al cementerio se realiza a través de un pórtico de origen dórico griego sin base, concluido durante una de sus grandes reformas ordenada en 1881 por el entonces presidente de la Municipalidad, Torcuato de Alvear. El predio tiene 4.800 bóvedas distribuidas en 54.843 metros cuadrados. El cementerio alberga varios mausoleos de mármol, decorados con estatuas, en una amplia variedad de estilos arquitectónicos. Se halla organizado en manzanas, con amplias avenidas arboladas que dan a callejones laterales donde se alinean los mausoleos y bóvedas. Existe una amplia rotonda central de donde parten las avenidas principales, con una escultura de Cristo realizada por el escultor Pedro Zonza Briano en 1914.
Cada mausoleo presenta el nombre de la familia labrado en la fachada; generalmente se agregan al frente placas de bronce para los miembros individuales.
Jorge Luis Borges fantaseó en un poema con ser enterrado en este lugar, pero finalmente no fue así. Él duerme su sueño eterno en la ciudad de Ginebra, Suiza.
Cada mausoleo presenta el nombre de la familia labrado en la fachada; generalmente se agregan al frente placas de bronce para los miembros individuales.
Jorge Luis Borges fantaseó en un poema con ser enterrado en este lugar, pero finalmente no fue así. Él duerme su sueño eterno en la ciudad de Ginebra, Suiza.
El enfrentamiento entre la Iglesia y los masones, en 1863, repercutió en el Cementerio de la Recoleta. El gobierno de Mitre redactó la Ley de Secularización, por la cual cualquiera puede ser enterrado en este lugar. En respuesta, el obispo de Buenos Aires le quitó la condición de camposanto
lunes, 25 de mayo de 2009
IGLESIA SAN IGNASIO, la más antigua de la ciudad
glesia San IgnacioLa Iglesia de San Ignacio (Bolívar y Alsina) se comenzó en 1686, sobre los muros de adobe de un templo que ya existía en el lugar. Se inauguró en 1722; la obra estuvo a cargo de los arquitectos jesuitas Krauss, Bianchi y Prímolo.A fines del siglo XVIII funcionó como catedral de la ciudad y se convirtió en cuartel militar durante la resistencia a la invasión inglesa de 1806.Después de la expulsión de la orden, en 1767, en el lugar se instalaron la escuela de medicina; la biblioteca nacional; el primer museo nacional; la Universidad de Buenos Aires; el primer teatro porteño; la academia de jurisprudencia; las facultades de arquitectura y ciencias exactas.Debajo de la Manzana corre una red de túneles de los siglos XVII y XVIII que unían edificios e iglesias del centro con el fuerte de Buenos Aires. Se cree que sirvieron para defensa de la ciudad y para el contrabando.
MANZANA DE LAS LUCES

Contiene algunas de las construcciones más antiguas que quedan en Buenos Aires, como San Ignacio, la iglesia más vieja de la ciudad. El nombre -propuesto por el diario Argos en 1821- hace referencia a los establecimientos educativos y culturales que funcionan en la Manzana desde hace siglos.Su trazado está previsto en los primeros planos de Buenos Aires, de 1580.En 1661 fue cedida a los jesuitas, que en la manzana levantaron una iglesia, un colegio, una escuela de primeras letras, una farmacia, una imprenta y la oficina general de sus misiones.El Colegio de San Ignacio abrió en 1662 y pronto se convirtió en centro de reunión de los intelectuales porteños. En 1863, el Estado argentino se hizo cargo del colegio que, aunque con interrupciones, aún funcionaba en la Manzana y lo llamó "Colegio Nacional Buenos Aires". Hoy es una de las dos escuelas secundarias más prestigiosas de la ciudad, junto con la Escuela Carlos Pellegrini.
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