

La avenida Rivadavia, camino de carretas, unía la Plaza de Mayo con el oeste lejano hacia Flores. Durante la epidemia de fiebre amarilla en 1870 la gente de clase pudiente buscó refugio en las zonas altas, entre ellas Flores, lugar de veraneo, unida a la ciudad por el Ferrocarril Oeste.
En 1876 la compañía Anglo Argentina construyó en esa calle Rivadavia uno de los primeros tranvías a caballo.La prosperidad económica de la década de 1880 produjo una enorme expansión de la ciudad y sus alrededores.
En 1876 la compañía Anglo Argentina construyó en esa calle Rivadavia uno de los primeros tranvías a caballo.La prosperidad económica de la década de 1880 produjo una enorme expansión de la ciudad y sus alrededores.
Florecieron los nuevos edificios, los negocios. La ciudad quiere dejar de ser “la gran aldea”.Aunque la esquina de Medrano y Rivadavia está a sólo 4 Km. de la Plaza de Mayo, era un lugar “donde el diablo perdió el poncho”.Allí se instaló una confitería, con doradas arañas y mármoles italianos.
El día de la inauguración, un 21 de Septiembre de 1884, hasta el ministro Carlos Pell

Sus mesas fueron lugar de encuentro de artistas y escritores entre ellos Roberto Arlt y politicos de la época.Pero es alrededor de la década de 1920 cuando se construyó el actual edificio. Con sus vidrieras y puertas de vidrios curvos, sus vitrales franceses y sus pisos de mármol italiano. Los vitrales restaurados fueron concebidos para adornar y alegrar el ambiente grato de un café de aquellos tiempos, donde la gente iba a pasar momentos de esparcimiento en un ámbito selecto.El edificio fue declarado “Lugar histórico de la Ciudad” en 1998 por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.

No hay comentarios:
Publicar un comentario