lunes, 15 de marzo de 2010

EDIFICIO OTTO WULF (barrio MONSERRAT)

El Edificio Otto Wulf es un singular edificio, de estilo Jugendstil, ubicada en la intersección de la Avenida Belgrano y la calle Perú (Belgrano 691) en el barrio de Monserrat, en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.




La construcción que se inició en 1912 y finalizó en 1914 fue realizada por encargo del empresario naviero Nicolás Mihanovich en sociedad con el también empresario Otto Wulf y allí se instaló la delegación diplomática del Imperio Autrohúngaro del cual el primero era cónsul honorario desde 1899.

El estilo arquitectónico del edificio ha sido ubicado en el Jugendstil, la versión germana del art nouveau, pero también tiene rasgos renacentistas, del neogótico y del eclecticismo, más algunos trazos esotéricos del Palanti, principalmente los de su maravilloso Barolo.




Una excentricidad que viene de los tiempos de la arquitectura griega consiste en reemplazar las columnas por figuras humanas, reviviendo así a las cariátides, unas mujeres que sostienen aparentemente sin esfuerzo el techo del pórtico lateral de un templo llamado Erecteión, que está en la Acrópolis de Atenas. Cuando esas figuras son masculinas se llaman atlantes. En este edificio lucen ocho atlantes, tres sobre la calle Belgrano y cinco sobre Perú, de cinco metros, en actitud de estar sosteniendo desde el segundo piso el resto de la construcción, cada uno de los cuales representa uno de los artes y oficios relacionados con ella: herrero, carpintero, albañil, forjador, aparejador, escultor, y en la ochava el jefe de obras y el arquitecto o sea el mismo Rönnow. Una curiosidad es que las figuras tienen rasgos correspondientes a la población autóctona. En el fuste, hay unas esculturas de cóndores de 5 metros de altura y también de otros ejemplares de la fauna local, tales como osos, loros, pingüinos y lechuzas.



Las figuras no son de piedra sino de hormigón armado, señalando que los constructores prefirieron las técnicas más modernas.



El edificio está rematado por dos bellas torres cupuladas, a partir del séptimo piso, cada una con un depósito de agua disponible en caso de incendio, hechas -como los atlantes- en hormigón armado, que rematan en dos altas agujas. Como una lleva el sol en su extremo y la otra una corona, (parece que perdió la luna original), que se conjeturó que representaban al emperador Francisco José y a su esposa, Isabel de Wittelsbach-Wittelsbach, conocida como Sissí que muriera en 1898 y, asimismo, a la alianza imperial entre Austria y Hungría.



Cuando se construyó, con casi 60 metros de altura, era uno de los edificios más altos de Buenos Aires. Actualmente en la valoración de especialistas se lo considera junto con el de la Confitería del Molino, los más importantes de Buenos Aires. Está catalogado con protección estructural desde el punto de vista de las normas sobre conservación arquitectónica, lo que significa que cualquier modificación requiere la autorización previa.



En 1998 la municipalidad encaró la reparación de la cúpulas, pues tormentas ocurridas en 1994 y en marzo de ese año provocaron daños, entre ellos el desplazamiento del pararrayos a más de 10 grados de su eje. En ese año algunos propietarios del edificio afirmaron que la cúpula que representaba a Sissi también ostentaba, cuando se inauguró el edificio, un retrato de ella






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